como hacer presentaciones eficaces

Presentaciones efectivas para vender tus ideas y no cagarla. Tips.

Estas delante de ese cliente que espera que le cuentes la gran idea. Acostumbrado a presentaciones efectivas (no como la tuya…). 

Te enfrentas a uno de los peores momentos de tu vida, que lamentablemente se repetirá una y otra vez, estás en una presentación, pitch o demo. Llámalo como quieras, yo prefiero llamarlo infierno.

Después de muchos años presentando a grandes y pequeños clientes se aprenden cientos de cosas por haberte equivocado miles de veces. Hay algo que se repite una y otra vez, la persona que tienes delante, da igual que sea un cliente desconocido, tu jefe o un amigo, desconfían. Saben que persigues un objetivo y que quieres su dinero. Ellos no están dispuestos a dártelo, buscarán cualquier excusa para mandarte a paseo. Ellos quieren que pienses que no te necesitan, tú tienes que convencerles que no pueden vivir sin ti y tus ideas. Por eso, necesitas realizar presentaciones efectivas.

Consejos para tus presentaciones efectivas

Así que, si tienes que realizar presentacioness te voy a dar unos consejos para que ean presentaciones efectivas. Y que ese empresario o jefe no tenga ninguna excusa para mandarte fuera de su oficina y dejarte a medio hablar. Porque puedes tener la idea o producto del siglo pero si no eres capaz de presentarlo bien a nadie le interesará.

PRESENTACIONES EFECTIVAS. LA CLAVE DEL ÉXITO Clic para tuitear

¿Por qué hacer una buena presentación?

Hacer presentaciones efectivas es fundamental si quieres lanzar un producto, buscar capital para un proyecto, hacer una venta o conversión, crear expectativa, fichar a grandes talentos y, sobre todo, para convencer a los demás de tu punto de vista.

Si sigues estos puntos no te garantizo que compren tu idea, pero aumentarán exponencialmente tus posibilidades de conseguirlo.

Presentaciones efectivas. Puntos fundamentales.

  1. ¿Tú lo vales? Da igual que seas un genio presentando si tu idea es mala o mediocre no te la van a comprar. Es mejor que dejes pasar una gran oportunidad para presentar, que hacerlo y quedar en ridículo. Así que, lánzate a presentar cuando tengas madurada tu idea, todas las respuestas y sepas que aporta valor o un diferencial. No olvides que hay trenes que solo pasan una vez.

 

  1. Duplica los materiales. En mis años de experiencia siempre ha pasado lo mismo, en el momento de la presentación todo falla. Antes de una presentación probaba el proyector, el ordenador, la conexión de Internet, los cables para conectar los aparatos, etc… y al llegar ¡fallaba todo! ¿Por qué? Nadie lo sabe, pero es una realidad incuestionable. Recuerda que solo tienes una oportunidad, así que lleva dos cables, dos ordenadores y dos de todo lo que necesites. Te salvarán la vida.

 

  1. Organizado y ensayado. ¿Cómo no vas a saber contar tu idea si es tuya? Pues esto pasa una y otra vez. Los nervios te pueden jugar una mala pasada, así que ensaya en casa la presentación hasta que te la sepas de memoria. Y organiza todo antes de comenzar, es muy triste perder tres minutos de cinco de tu presentación buscando ese video que está en una carpeta en el escritorio pero que uno no encuentra. El tic toc del reloj está en tu contra, así que tenlo todo a mano.

 

  1. Elimina todo lo que no está en tu mano. Seguro que allí hay conexión a Internet. ¡Error! ¿De verdad, ya has olvidado el punto número 2? Habrá conexión a Internet, pero fallará. Lleva la presentación grabada en tu ordenador y haz una simulación. Llegaré en taxi en cinco minutos. Error. Ese día habrá huelga de taxistas y tus cinco minutos se convertirán en una hora. Dedica un tiempo a pensar en todo lo que no controlarás en la presentación y evítalo. Piensa que es una presentación no un trabajo real, tenlo siempre en cuenta.

 












  1. Comienza con un tachán. El tiempo medio de atención del ser humano es de unos 8 segundos. Más o menos es el tiempo que tienes para captar la atención del público. Así que empieza pegando fuerte. Si después del primer minuto no has logrado cautivarles, seguramente estén pensando en las musarañas y nadie te estará escuchando. Comienza con el momento álgido de la presentación y olvida los crescendos. Si han quedado enamorados en esos primeros momentos querrán escuchar cómo has llegado hasta allí, ya estarán interesados.

 

  1. Nadie tiene sentido del humor. Esta es una de las más tristes conclusiones a las que he llegado después de muchos años haciendo presentaciones. Y me duele porque a mi encanta el humor, pero a tus clientes o jefes no les gustan los chistes, no los entienden y, es más, algunos, lo ven una falta de respeto. Así que enfunda tu pistola y no dispares tus mejores ocurrencias. Serán captadas como falta de seriedad y perderás la confianza de tu audiencia.

 

  1. Hazte onanista. Hay cosas que hace uno mejor solo, entre ellas las presentaciones. Es muy difícil ensayar lo que vas a decir, tenerlo todo a mano, seguir un guion y hacerlo todo coherente, claro y conciso como para hacerlo a dos voces. Al cliente o a tu jefe no le da igual si te llevas bien con tu compañero, lo que le importa es si tu idea le puede hacer ganar dinero. Y para ello, no es importante que la presentación sea una ópera bien concertada de dos barítonos perfectamente afinados. Si tienes un socio preparaos la misma presentación y duplicad vuestras visitas a clientes. Esto será mucho más efectivo.

 

  1. No todos somos expertos. Cuidado con el lenguaje que utilizas en tu presentación, no todas las personas a las que vas a presentar son expertos o técnicos. De hecho, normalmente la persona que maneja el dinero no conoce los tecnicismos ya que se ocupa de la visión general del negocio y no de los aspectos técnicos de cada sección. Así que, utiliza para tus presentaciones un lenguaje sencillo y claro. Piensa que si tus clientes o jefes no entienden lo que les vendes no lo van a comprar.

 

  1. Turno de preguntas. Siempre al final. No permitas las preguntas mientras estás presentando, tu tiempo es muy limitado y algunas preguntas te pueden desviar de tus objetivos en la presentación. Así que, si alguien te lanza alguna pregunta, muy amablemente, le indicas que responderás a cualquier duda cuando finalices. Ya verás como nadie más vuelve a interrumpirte.

 

  1. Termina en alto. Comienza déjalos atónitos, haz que disfruten del proceso explicándoles cómo has llegado hasta allí, que te acompañen en el viaje y se enamoren de tu idea o producto como tú te enamoraste de él, deja que crean que comprenden tan bien como tú lo que les estás contando y cuando crean que ya no te queda nada más que decirles… vuelve a sacudirles con una nueva idea. Si quieres un buen ejemplo aprende de uno de los mejores haciendo presentaciones Steve Jobs.



Presentaciones efectivas que venden

Con estos consejos quizás no te compren tu idea o producto. Pero te puede asegurar que harás presentaciones efectivas y se acordarán de ti. Estos consejos son fruto de muchas equivocaciones con clientes reales. Estas sencillas ideas pueden salvar tu puesto de trabajo y lanzarte hasta nuevas oportunidades. No te puedes imaginar en cuántas presentaciones desastrosas he estado en las que después el primer minuto sabía que iba a irme con las manos vacías.

Tú puedes pensar que nada de esto te pasará. Yo lo hice y la cagué en demasiadas ocasiones. Sigue estos consejos y no aprendas por las malas.

Muchas gracias a www.freepik.es por la imagen destacada.

 












¿Crees que me he olvidado algo? Espero vuestros comentarios.



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